sábado, 28 de enero de 2012

Es hora de levar anclas...

Es hora de levar anclas... De liberar cosas, de soltar gente.


Nadie tiene por qué ser como yo quiera. Así están perfectos.

Así ha funcionado hasta este momento su vida.

¿Qué mejor prueba podría pedir para convencerme?



Me dedico a atender lo mío, a refundarme.

Viene bien tirar lo que ya no sirve, perdonar.

Entre ser feliz y tener razón, elijo lo primero.

Tener la razón es el peor de los desgastes,

pues te quita el sueño intentando corregir al universo.

Quiero y necesito un buen principio,

y seguir así indefinidamente.

Si algo nos debemos, te ofrezco un abrazo,

te pido una disculpa.

Yo ya me perdoné.

¿Podrías hacerlo tú también? Yo te invito.

Renovación es una palabra muy comprometedora...

¡te obliga a caminar sin excusas!

Sin nadie a quien echarle la culpa de nada.

Pero definitivamente es el camino al cielo.

Qué estupendo es cuando no controlas a nadie,

cuando no pides cuentas,

cuando tiras a la basura la bitácora de los rencores.

Quiero ser más justo; la vida no es un tablero de ajedrez

ni las personas caballos o alfiles.

Trato a la gente como me gustaría ser tratado.
 Anonimo

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