jueves, 30 de agosto de 2012

Wu wei



fluir sin influir
vivir sin interrumpir
favorecer sin impedir
no forzar
no desear
sólo ser
amar la esencia
y derrumbar nuestra falsa construcción mental.
no prefabricar mañanas
ser, todo, ahora, intensamente, naturalmente, espontáneamente.


¿Cuál es el camino?


A un maestro que vivía como ermitaño en una montaña, le preguntó un monje:

- ¿Cuál es el camino?

- ¡Qué hermosa montaña es está! – dijo el maestro como respuesta.

- No le estoy preguntando sobre la montaña – dijo el monje – sino sobre el camino.

El maestro dijo:

- Mientras no puedas ir más allá de la montaña, hijo mío, no podrás alcanzar el camino.



Fuente: tradicional Zen


Carga con ello



Un monje se acercó a Joshu y le dijo:

- Si no traigo nada, ¿qué dirías?

- Tíralo – respondió Joshu.

- Pero maestro – dijo el monje – no llevo nada.

- Entonces carga con ello



Fuente: tradicional Zen

Todo es Dios



El gurú y el discípulo estaban departiendo sobre cuestiones místicas.

El maestro concluyó con la entrevista diciéndole:


- Todo lo que existe es Dios.


El discípulo no entendió la verdadera naturaleza de las palabras de su mentor. Salió de la casa y comenzó a caminar por una callejuela. De súbito, vio frente a él un elefante que venía en dirección contraria, ocupando toda la calle. El jovencito que conducía al animal, gritó avisando:

- ¡Eh, oiga, apártese, déjenos pasar!

Pero el discípulo, inmutable, se dijo: Yo soy Dios y el elefante es Dios, así que ¿cómo puede tener miedo Dios de sí mismo?

Razonando de este modo evitó apartarse. El elefante llegó hasta él, lo agarró con la trompa y lo lanzó al tejado de una casa, rompiéndole varios huesos. Semanas después, repuesto de sus heridas, el discípulo acudió al mentor y se lamentó de lo sucedido.

El gurú replicó:

- De acuerdo, tú eres Dios y el elefante es Dios.

- Pero Dios, en la forma del muchacho que conducía el elefante, te avisó para que dejaras el paso libre.

- ¿Por qué no hiciste caso de la advertencia de Dios?

Maestro: Afila el discernimiento. No tomes la soga por una serpiente, ni la serpiente por una soga.



.Viaja a tu corazón


Bastami era uno de los más grandes sufíes de la India.


Se proponía efectuar una larga peregrinación a La Meca, cuando se encontró con un instructor espiritual que le preguntó:

- ¿Por qué has de ir a La Meca?

- Para ver a Dios – repuso.


El instructor le ordenó:

- Dame ahora mismo todo el dinero que llevas contigo para el viaje.

Bastami le entregó el dinero, el instructor se lo guardó en el bolsillo, y dijo:

- Sé que habrías dado siete vueltas alrededor de la piedra sagrada.

- Pues bien, en lugar de eso, da ahora siete vueltas a mi alrededor.

Bastami obedeció y dio siete vueltas alrededor del instructor, quien declaró a continuación:

- Ahora sí has conseguido lo que te proponías. Ya puedes regresar a tu casa con el ánimo sereno y satisfecho, si bien antes quiero decirte algo más. Desde que La Meca fue construida, ni un solo minuto Dios ha morado allí. Pero desde que el corazón del hombre fue creado, ni un solo instante Dios ha dejado de habitar en él. Ve a tu casa y medita. Viaja a tu corazón.


Maestro: busca refugio dentro de ti. ¿Qué otro refugio puede haber?


Cuento Zen

Conocerse a uno mismo



Un niño de la India fue enviado a estudiar a un colegio de otro país.


Pasaron algunas semanas, y un día el jovencito se enteró de que en el colegio había otro niño indio y se sintió feliz. Indagó sobre ese niño y supo que el niño era del mismo pueblo que él y experimentó un gran contento.


Más adelante le llegaron noticias de que el niño tenía su misma edad y tuvo una enorme satisfacción. Pasaron unas semanas más y comprobó finalmente que el niño era como él y tenía su mismo nombre.


Entonces, a decir verdad, su felicidad fue inconmensurable.


Maestro: no hay mayor gozo en este mundo que el de conocerse a uno mismo.


Fuente: 101 cuentos clásicos de la India de Ramiro A. Calle