sábado, 28 de enero de 2012

EL PERDÓN... CAMINO A LA PAZ

EL PERDÓN... CAMINO A LA PAZ


"Perdonémoslo todo, para que así nuestros corazones se liberen de la carga de nuestra propia condena"

Ernest Holmes, La Ciencia de la Mente.

"No puedes tener relacionas armoniosas y al mismo tiempo aferrarte a tu resentimiento. No puedes aferrarte a tu enojo y amargura y todavía tener aún un corazón sano y un estómago calmado"

Eric Butterworth

Tanto entre países como entre individuos la paz y la armonía sólo se alcanzan por el camino del perdón. Sin embargo, perdonar es un concepto poco entendido por la mayoría. Cuando juzgo, condeno y no perdono a otros, mi falta de perdón no trabaja de la forma que yo intento hacerlo. Mi intención es que aquellos que condeno sufran las consecuencias de lo que me hicieron. Sin embargo no es así como funciona, ya que nadie sufre más que el que condena, exceptuando aquellos que cuando son culpados, reaccionan intensificando su propia condenación.

Perdonar proporciona beneficios a quien lo otorga. Mientras que perdonar puede ayudar a sanar tanto a quien lo da como a quien lo recibe; no perdonar es como tomar uno mismo el veneno y esperar que el otro se muera.

Perdonar es un camino siempre en construcción. Cuántas veces hemos creído que ya habíamos perdonamos a cierta persona, y cuando volvemos a verla, inmediatamente recordamos lo que nos hizo o nos dijo, y sentimos de nuevo la espina del rencor. Perdonar es un proceso continuo, ya que mientras estemos pasando por esta experiencia humana siempre habrá una parte en nosotros que puede caer una y otra vez en la tentación de condenarse o condenar a los demás.

Es más fácil perdonar a otros cuando ya te has perdonado a ti mismo; cuando has logrado aceptarte totalmente, con todo y tu lado sombra. Pero es imposible perdonar a otros si no te has perdonado todavía. El proceso de perdonar comienza y termina siempre en tu propio corazón. Tiene muy poco que ver con los demás.

Considera "Cuando puedo perdonarme yo, no es tan difícil perdonarte a ti. Cuando puedo remover de mi corazón la espina de la culpa o la vergüenza, entonces puedo ofrecerte el mismo regalo. Cuando puedo ver mi inocencia, puedo ver también la tuya."

AFIRMACIÓN: MI VOLUNTAD DE PERDONAR ME ABRE EL CAMINO A LA GUÍA DIVINA QUIEN ME INDICA CÓMO HACERLO

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